Entradas

Mostrando las entradas de julio, 2017

EL SEMINARISTA DE LOS OJOS NEGROS

EL SEMINARISTA DE LOS OJOS NEGROS ( Miguel Ramos Carrión ) Desde la ventana de un casucho viejo  abierta en verano, cerrada en invierno  por vidrios verdosos y plomos espesos,  una salmantina de rubio cabello  y ojos que parecen pedazos de cielo,  mientas la costura mezcla con el rezo,  ve todas las tardes pasar en silencio  los seminaristas que van de paseo. Baja la cabeza, sin erguir el cuerpo,  marchan en dos filas pausados y austeros,  sin más nota alegre sobre el traje negro  que la beca roja que ciñe su cuello,  y que por la espalda casi roza el suelo. Un seminarista, entre todos ellos,  marcha siempre erguido, con aire resuelto.  La negra sotana dibuja su cuerpo  gallardo y airoso, flexible y esbelto.  Él, solo a hurtadillas y con el recelo  de que sus miradas observen los clérigos,  desde que en la calle vislumbra a lo lejos  a la salmantina de rubio cabello  la mira muy fijo, con mirar intenso.  Y siempre que pasa le dej

GIRASOL Poemario "Calandria"

Girasol (Esther Campana Quintana) Te pusieron girasol, singular y especial nombre  que el hombre te dió, porque buscas sonriente al Astro Rey. Siempre giras hacia el sol, también existen hombres, como tú, que se acomodan. Persiguen el calor del sol, de la ocasión; siendo los serviles, gira y gira, hacia el que tiene valor. Comodín con la cara al sol, a eso llamamos "girasol", se acomoda rápidamente en la comunidad.  

SIEMPRE VIVA Poemario "Calandria"

Siempre Viva ( Esther Campana Quintana ) Hermosa flor de mi ensueño, al fina l cabo, te cultivo. En mi jardín, con alegría te veo florecer y marchitarte. Te quiero tanto, algunos de llaman "Copita de Oro", tu nombre es "Siempre Viva" "Siempre Viva", porque eres dormilona; esperas salir al sol para abrir soñolienta tus pétalos amarillos. Lucir tu beldad, cuando el Astro Rey se oculta en el horizonte,  tú también te escondes. Cierras tus ojitos hasta el nuevo día "Siempre Viva", toda la vida.

TU PARTIDA Y YO Poemario "Calandria"

Tu partida y yo (Esther Campana Quintana) Con soberbia, falso orgullo y mucho engreimiento, decides partir sin un adiós de un hogar católico y sólido. Después de veinticinco años de vida matrimonial no hubo formalidad, menos !amor eterno¡ Airoso aun te vas, esperanza verde, en busca de nuevo amanecer cuando ya no hay fortaleza. Tu partida sorprendente me hace determinar muchas aseveraciones de dolor y quebranto, porque te amo tanto. Tu nido lo hiciste solo, eso lo saben todos, en ella habita una paloma y cuatro polluelos llenos de plumaje, listos para emprender vuelo, en busca de porvenir...